lunes, 12 de octubre de 2009

Mujeres al Encuentro

En la provincia de Tucumán, durante este fin de semana, se vivió por segunda vez el encuentro de 15 mil mujeres que marcharon con entusiasmo por la violencia de género, el aborto seguro y la trata de personas, en el marco del 24º Encuentro Nacional de Mujeres. Algunas de las personas esperadas eran las obreras de la ex Terrabusi y también Susana Trimarco, madre de la joven tucumana Marita Verón, desaparecida desde hace siete años presuntamente por mafias de proxenetas, convertida en una reconocida luchadora contra la trata de mujeres para explotación sexual.
Estas movilizaciones nacieron en 1986 y son autofinanciadas, y autoconvocadas, en las que además se discuten en talleres abiertos temas que van desde el aborto al medio ambiente. Pero, con el tiempo comenzaron a tomar fuerza y a sumar mujeres, jóvenes y adultas, que viajan desde todo el país para mostrarse al mundo una vez más. Ríen, cantan, discuten y charlan sobre sus problemas y deseos, cada año en una provincia distinta.
“En la provincia de Buenos Aires muere una mujer cada 48 horas”, expresaba uno de los carteles que recorrían las calles. Las reivindicaciones, presentes en centenares de pancartas de todos los formatos, resumen los esfuerzos por revertir lo que habitualmente son títulos de las crónicas policiales: violencia de género; abuso sexual de mujeres, niñas y niños; tráfico y trata de mujeres; explotación sexual; muerte materna y hospitalización por abortos clandestinos.Los reclamos por el acceso al aborto seguro, legal y gratuito fueron aún más intensos que en los últimos encuentros, al punto de que tuvieron que abrir más de 26 talleres sobre este tema y sobre anticoncepción.
No obstante, a pesar de cada grito por la liberación de las mujeres y de sus decisiones, del otro lado se encontraba el Arzobispado de la provincia, que suspendió las misas vespertinas en los templos del centro, para instalar a 300 ultra católicos a rezar y a subir afiches de bebés recién nacidos frente a iglesia. Mientras, que de fondo se hizo sonar las campanas sin parar para que no se pudieran escuchar los cantos de las mujeres.
Sólo en Mendoza, Salta y San Juan provincias fuertemente conservadoras los enfrentamientos habían sido tan violentos. Y, hasta ahora, no se había visto tanto despliegue policial, en donde primero aparecieron los cordones integrados solamente por personal femenino de las fuerzas de seguridad y después por policías anti motines que corrieron a las manifestantes y tiraron gases lacrimógenos.
De todas maneras, fue prácticamente el único lugar donde hubo policías, tanto mujeres como varones, a pesar de que el jefe de la fuerza había difundido el entrenamiento de 2500 efectivos. No se los vio abriendo paso a la columna de más de diez cuadras, ni cortando las calles, ni atajando a los automovilistas impacientes.Entre pancartas con consignas a favor de las mujeres y carteles que identificaban la ciudad o provincia de origen, se desplegaban los colores lila y verde, que fueron los predominantes en la marcha. Ya que, es el lila el color que identifica al feminismo, mientras que el verde, el elegido por la Campaña Nacional por el derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito. Entre los miles de pañuelos, que las mujeres adoptaron creativamente en su cuerpo y como accesorios se encontraban seguidoras de Honduras, Colombia, España y Estados Unidos.
Si bien, el encuentro tiene como objetivo unir a las mujeres con un mismo fin, y luchar porque eso sea cumplido, las dificultades que se originaron en varios talleres, fueron concretados por las ultra católicas que expresaron posturas como "La mujer fue hecha para concebir"; "Sólo hay que tener relaciones sexuales para engendrar"; y "Si fue violada, será porque lo provocó". Esto generó rabia en las otras participantes, quienes exigieron que la Iglesia sea sacada del encuentro. Los gritos hicieron imposible cualquier debate.
Sin embargo, un dato no menor fue que los talleres que más participantes han convocado son los de violencia de género: en el Colegio Nacional fue necesario abrir 30, sobre violencia, violencia sexual, mujeres en situación de prostitución, explotación o trabajo sexual y trata.
En los Encuentros Nacionales de Mujeres, las conclusiones incluyen todo lo elaborado por cada uno de los talleres, y también las disidencias, en las que se reflejan la mayor parte de las preocupaciones, los anhelos y los proyectos de las mujeres argentinas. Por eso, una vez más mujeres de distintos lugares se unieron para ser escuchadas, para dejar su presencia y luchar por sus derechos y decisiones. Recordar que hoy la mujer quiere ocupar un lugar a la par del hombre.“Mujer que se organiza no plancha la camisa”, exclaman desde el encuentro. Y al parecer, hoy ya nadie las deja planchadas.



Carolina Villalba

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