Según informó una investigación de la Organización Internacional para las Migraciones en base al desarrollo de la trata de personas, el 31 por ciento de las personas apresadas por redes de trata son de nacionalidad boliviana, 28 son argentinas y el 21 por ciento de nacionalidad paraguaya. En el 67 por ciento de los casos, las mujeres apresadas son explotadas en el comercio sexual, según afirmaron fuentes de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas(UFASETP), de la Procuración General de la Nación.
Las investigaciones de la UFASETP confirmaron que varias regiones del país son propicias para la captación y reclutamiento de estas redes de trata, principalmente a través de ofertas laborales fraudulentas. Esto se divide en dos categorías, por un lado se ofrecen contraprestaciones laborales como servicio doméstico, y por el otro, condiciones ventajosas para el ejercicio de la prostitución y por lo general siempre hay algún vínculo con familiares de la víctima.
Las mujeres son reclutadas para explotación del comercio sexual, y trasladadas o transportadas hacia ciudades de Buenos Aires y Córdoba, luego hacia la red Patagónica donde finaliza el circuito de locales en los que esclavizan a las mujeres.
“Es necesario profundizar el trabajo de abordaje a las víctimas en el momento del rescate en las jurisdicciones del interior del país”, explicó el fiscal que interviene en la causa, Marcelo Colombo. No obstante, el fiscal hizo hincapié en la labor de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, bajo la responsabilidad de Eva Giberti. Además, aseguró que el principal problema en esta materia es la extensión territorial de Argentina y, en ese sentido, afirmó que Giberti, lleva adelante las capacitaciones de actores locales en todas las provincias.
Gisela Cruz
Las investigaciones de la UFASETP confirmaron que varias regiones del país son propicias para la captación y reclutamiento de estas redes de trata, principalmente a través de ofertas laborales fraudulentas. Esto se divide en dos categorías, por un lado se ofrecen contraprestaciones laborales como servicio doméstico, y por el otro, condiciones ventajosas para el ejercicio de la prostitución y por lo general siempre hay algún vínculo con familiares de la víctima.
Las mujeres son reclutadas para explotación del comercio sexual, y trasladadas o transportadas hacia ciudades de Buenos Aires y Córdoba, luego hacia la red Patagónica donde finaliza el circuito de locales en los que esclavizan a las mujeres.
“Es necesario profundizar el trabajo de abordaje a las víctimas en el momento del rescate en las jurisdicciones del interior del país”, explicó el fiscal que interviene en la causa, Marcelo Colombo. No obstante, el fiscal hizo hincapié en la labor de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, bajo la responsabilidad de Eva Giberti. Además, aseguró que el principal problema en esta materia es la extensión territorial de Argentina y, en ese sentido, afirmó que Giberti, lleva adelante las capacitaciones de actores locales en todas las provincias.
Gisela Cruz
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