Si bien como medicamento antidepresivo fracasó los ensayos clínicos, el flibanserin logró convertirse en el fármaco que recupera el apetito sexual en las mujeres. Tal como lo afirman los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, en estados Unidos, si bien luego de tres pruebas no logró levantar el estado de ánimo de las participantes, al parecer “hizo maravillas” con los efectos secundarios placenteros que posee. Es por eso que el flibanserin es conocido hoy como el nuevo viagra femenino.
Este hallazgo accidental es similar al ocurrido con el viagra, que originalmente fue diseñado como un fármaco para el corazón pero no logró tal objetivo.
Los resultados del estudio se han hecho públicos durante el Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual que se celebra en Lyon (Francia). "La flibanserina era un mal antidepresivo, sin embargo, se observó que aumentaba la libido en animales de laboratorio y sujetos humanos", dijo John M. Thorp Jr, responsable estadounidense de estos estudios.
Los resultados de múltiples ensayos clínicos mostraron que las mujeres que tomaron 100 miligramos diarios para su bajo apetito sexual informaron de una mejora significativa en su libido y tuvieron experiencias sexuales más satisfactorias.
El profesor Thorp se entusiasma y estima que habría un mercado potencial enorme para esta droga. "Una de cada tres mujeres de entre 30 y 60 años tiene problemas de reducción del interés sexual. Y a una de cada diez, esto le trae problemas en su relación de pareja", dice Thorp. Los ensayos del flibanserin, en los que participaron 2 mil mujeres de los Estados Unidos, Canadá y Europa, fueron financiados por la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim. Voceros de esa empresa dijeron que la droga podría ser aprobada para este nuevo uso dentro de unos 18 meses y que los datos de los estudios que demuestran su efectividad como "viagra femenino" serán muy pronto enviados a las autoridades regulatorias de Europa y los Estados Unidos.
"Es muy difícil medir una respuesta en las mujeres. En los hombres, la reacción al viagra se puede ver con la erección, pero en las mujeres es un efecto más complicado, quizás una especie de impacto psicológico, emocional y social", explicó el profesor que dirigió el proyecto, John Thorp. Sin embargo, el fármaco, para el cual habría un mercado potencial enorme, parece solucionar uno de los problemas sexuales más frecuentes en las mujeres: la reducción del deseo.
Este hallazgo accidental es similar al ocurrido con el viagra, que originalmente fue diseñado como un fármaco para el corazón pero no logró tal objetivo.
Los resultados del estudio se han hecho públicos durante el Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual que se celebra en Lyon (Francia). "La flibanserina era un mal antidepresivo, sin embargo, se observó que aumentaba la libido en animales de laboratorio y sujetos humanos", dijo John M. Thorp Jr, responsable estadounidense de estos estudios.
Los resultados de múltiples ensayos clínicos mostraron que las mujeres que tomaron 100 miligramos diarios para su bajo apetito sexual informaron de una mejora significativa en su libido y tuvieron experiencias sexuales más satisfactorias.
El profesor Thorp se entusiasma y estima que habría un mercado potencial enorme para esta droga. "Una de cada tres mujeres de entre 30 y 60 años tiene problemas de reducción del interés sexual. Y a una de cada diez, esto le trae problemas en su relación de pareja", dice Thorp. Los ensayos del flibanserin, en los que participaron 2 mil mujeres de los Estados Unidos, Canadá y Europa, fueron financiados por la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim. Voceros de esa empresa dijeron que la droga podría ser aprobada para este nuevo uso dentro de unos 18 meses y que los datos de los estudios que demuestran su efectividad como "viagra femenino" serán muy pronto enviados a las autoridades regulatorias de Europa y los Estados Unidos.
"Es muy difícil medir una respuesta en las mujeres. En los hombres, la reacción al viagra se puede ver con la erección, pero en las mujeres es un efecto más complicado, quizás una especie de impacto psicológico, emocional y social", explicó el profesor que dirigió el proyecto, John Thorp. Sin embargo, el fármaco, para el cual habría un mercado potencial enorme, parece solucionar uno de los problemas sexuales más frecuentes en las mujeres: la reducción del deseo.
Carolina Villalba
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