miércoles, 7 de octubre de 2009

Pink taxis

Al parecer en las calles de México, específicamente en el estado de Puebla, comenzarán a reinar las mujeres, luego de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes pusiera en marcha un programa de servicio de taxis exclusivo para ellas. Aunque, eso no es todo. Sino que, los autos son conducidos por mujeres, creados con mecanismos para evitar asaltos y para no perder femineidad, todos son de color rosa.
El servicio cuenta con 35 taxis que llevan incrustados el nombre de las mujeres que conducen, y recorrerán caminos las 24 horas del día. Cada vehículo cuenta con un kit de belleza (un detalle que en la cartera de toda mujer nunca falta), sistema de localización satelital, tecnología GPS y botón de pánico, conectado a un centro de emergencia. Este nuevo proyecto se encuentra dirigido al sector femenino como amas de casa, jóvenes universitarias y mujeres de la tercera edad, según se informó desde la Secretaría.
Además, otro dato no menor, es que se generarán 105 empleos, en el cual, a más de 60 conductoras de entre 25 y 45 años, se las capacitó con clases teóricas y prácticas, para que sepan desde el reglamento de tránsito hasta cambiar una rueda. Así que las dueñas del auto rosa serán mujeres de todo terreno a la hora de manejar por las calles de Puebla.
"Este sistema surge a raíz de la necesidad de contar con un transporte innovador y seguro para todas las mujeres. En otros puntos del mundo como Londres, Nueva York, Dubai, Beirut y Moscú ha funcionado con gran éxito y ahora Puebla es pionera en transporte exclusivo para mujeres en todo el ámbito latinoamericano", explicó el secretario de Comunicaciones, Valentín Meneses.
En fin, México se convirtió en el primer país de América Latina que invirtió 6 millones de pesos con el fin de garantizar un servicio cómodo, seguro y al parecer, estético para mujeres. Las clientes pueden solicitarlo por teléfono, pagándolo en efectivo o con tarjeta de crédito. Además, en la ciudad ya existen 13 colectivos exclusivo para mujeres con el fin de evitar manoseos y groserías.
Carolina Villalba

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