A lo largo de la Av. de los Italianos, en Puerto Madero, se divisaban miles de remeras blancas con un centro rosa, con el lema de la caminata. Quienes fueron no sólo eran generaciones completas de mujeres, sino que también había, en menor cantidad, hombres de todas las edades, también interesados en recorrer los cinco kilómetros.A un costado de la pista de largada, el escenario. Desde allí, Silvina Chediek, la encargada de darle voz a la fundación y llevar adelante el evento, hacía los anuncios. Por el predio, se dispersaban carpas improvisadas, una de ellas la de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), donde brindaban información al que se acercara sobre esta patología.
Varias asociaciones en defensa de los derechos de la mujer, también quisieron estar presentes. Una de ellas fue “Sumate a dar vida”, que improvisando un puesto, juntaban firmas para lograr que la infertilidad sea tomada como una enfermedad. Allí varias personas se acercaron y colaboraron firmando el petitorio.
Una vez iniciada la caminata, se podían ver miles de personas agitando las porras rosas, y a un lado de ellas, la camioneta que con música hacía más ameno el recorrido. La gente que participaba lo vivía como una fiesta. Y a medida que completaban los cinco kilómetros, se acercaban a los stands donde proporcionaban agua. Algunos, decidieron continuar con una clase de gimnasia al aire libre, donde una instructora invitaba a unirse diciendo: “Dale, animate”.
Poco después, todo llegaba a su fin. El escenario y las carpas eran desmantelados. La gente emprendía el largo camino de regreso a casa. El cansancio y el calor del sábado se hacían presentes, nadie lo noto porque al final, valió la pena.
Foto Principal: Gentileza Fundación Avon.
Nota y fotos: Gisela Cruz
Audio: Carolina Villalba
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