En la Argentina 500 mil mujeres se realizan, cada año, abortos clandestinos, según informa el Ministerio de Salud de la Nación. Como consecuencia de esas prácticas mal realizadas, 60 mil mujeres terminan internadas por padecer consecuencias graves y unas 100 mueren. El aborto realizado en condiciones precarias, es la principal causa de muerte materna en el país.
La semana pasada, se realizaron jornadas organizadas por la Agrupación Católica por el Derecho a Decidir, en el marco de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que se trata de una alianza conformada por 300 agrupaciones de mujeres, feministas, movimientos sociales, partidos políticos, organismos de derechos humanos y funcionarios.
Fue allí, en donde la ministra de la corte Suprema de la Nación, Carmen Argibay, defendió el derecho de “cada mujer de decidir lo que a ella le conviene” frente a un embarazo. Luego de esta exposición, la jueza recibió el apoyo de su colega Carlos Fayt, quien reclamó que el tema debe debatirse y tratarse en el Congreso. Además sostuvo que el aborto “tiene que ubicarse en la realidad”.
El proyecto de ley, fue presentado el año pasado en la Cámara de Diputados de la Nación, y permite la interrupción del embarazo durante las primeras doce semanas de gestación del feto. Argibay defendió el derecho a decidir de las mujeres, cuestión que tiene que ver con la “dignidad y la libertad” para que cualquier decisión sea tomada con la debida información y conociendo las responsabilidades que este acto implica. Por este motivo, días después enfatizó: "Si fracasamos en la educación sexual y en la provisión de anticonceptivos, lo único que les queda a las mujeres es el aborto. La decisión la puede tomar sólo la persona interesada, pero tiene que tener los medios y los conocimientos". La jueza señaló que lo primero que hay que implementar es la educación sexual en las escuelas, y criticó que todavía se este debatiendo la implementación de esta ley.
La posición de Carmen Argibay, además de honesta y valiente, tiene una razón de ser frente a la realidad, porque es un dato incontrovertible que en la Argentina se practican entre 500 y 700 mil abortos por año, casi dos mil por día. En muchos de esas intervenciones quirúrgicas muere la mujer, generalmente cuando son realizados sin las condiciones sanitarias adecuadas.
“La Iglesia Católica se opone a los anticonceptivos, con la pandemia de Sida que hay en el mundo, me parece que esto es absolutamente criminal”, sentenció la magistrada. No caben dudas de que se ha abierto un debate del cual todos debemos opinar. Porque son alarmantes los datos que se muestran de mujeres muertas a causa de esta práctica. Es hora de enfrentar con franqueza aquellas posiciones conservadoras, y que se observen los datos que reflejan hoy nuestra realidad.
La semana pasada, se realizaron jornadas organizadas por la Agrupación Católica por el Derecho a Decidir, en el marco de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que se trata de una alianza conformada por 300 agrupaciones de mujeres, feministas, movimientos sociales, partidos políticos, organismos de derechos humanos y funcionarios.
Fue allí, en donde la ministra de la corte Suprema de la Nación, Carmen Argibay, defendió el derecho de “cada mujer de decidir lo que a ella le conviene” frente a un embarazo. Luego de esta exposición, la jueza recibió el apoyo de su colega Carlos Fayt, quien reclamó que el tema debe debatirse y tratarse en el Congreso. Además sostuvo que el aborto “tiene que ubicarse en la realidad”.
El proyecto de ley, fue presentado el año pasado en la Cámara de Diputados de la Nación, y permite la interrupción del embarazo durante las primeras doce semanas de gestación del feto. Argibay defendió el derecho a decidir de las mujeres, cuestión que tiene que ver con la “dignidad y la libertad” para que cualquier decisión sea tomada con la debida información y conociendo las responsabilidades que este acto implica. Por este motivo, días después enfatizó: "Si fracasamos en la educación sexual y en la provisión de anticonceptivos, lo único que les queda a las mujeres es el aborto. La decisión la puede tomar sólo la persona interesada, pero tiene que tener los medios y los conocimientos". La jueza señaló que lo primero que hay que implementar es la educación sexual en las escuelas, y criticó que todavía se este debatiendo la implementación de esta ley.
La posición de Carmen Argibay, además de honesta y valiente, tiene una razón de ser frente a la realidad, porque es un dato incontrovertible que en la Argentina se practican entre 500 y 700 mil abortos por año, casi dos mil por día. En muchos de esas intervenciones quirúrgicas muere la mujer, generalmente cuando son realizados sin las condiciones sanitarias adecuadas.
“La Iglesia Católica se opone a los anticonceptivos, con la pandemia de Sida que hay en el mundo, me parece que esto es absolutamente criminal”, sentenció la magistrada. No caben dudas de que se ha abierto un debate del cual todos debemos opinar. Porque son alarmantes los datos que se muestran de mujeres muertas a causa de esta práctica. Es hora de enfrentar con franqueza aquellas posiciones conservadoras, y que se observen los datos que reflejan hoy nuestra realidad.
Audios- Carmen Argibay
Fuente: Católicas por el derecho a decidir
Audio 1
Audio 2
Audio 3
Radio Continental
Programa: Magdalena Tempranísimo
Carolina Villalba
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